Saltear al contenido principal
+34 935 677 130 oficinamontilla@gencat.cat
«Entre Tanto Ruido», Reflexión De José Montilla

«Entre tanto ruido», reflexión de José Montilla

 Dialogo

Se hace difícil, ciertamente, abrirse camino en medio de tanto ruido, de tantas verdades absolutas y, al mismo tiempo, de tanta ambigüedad. Este fin de semana, el presidente del gobierno de España ha venido a Catalunya y ha hablado. Creo que lo ha hecho más como líder de su partido, que como presidente de todos los españoles. El presidente Rajoy ha perdido una oportunidad para demostrar que entiende la naturaleza de los problemas planteados en Catalunya y para dejar patente su voluntad de contribuir a la búsqueda de una solución equilibrada. No lo ha hecho. En lugar de ello, ha vuelto a hablar de ley y de Constitución. Yo soy partidario del estado de derecho, del cumplimiento de las leyes y hago una valoración positiva del marco constitucional. Por supuesto. Pero con ello no basta.

Ha hecho lo que le conviene, en términos partidarios. A Rajoy, la confrontación con el nacionalismo catalán le permite descolocar a sus adversarios (que son, no lo olvidemos, los socialistas ) y reforzar su discurso: una buena demostración de fuerza y ​​contundencia es un buen complejo vitamínico para la movilización de su electorado. Buena cosa para el PP, … pero no creo que lo sea para España y, por supuesto, no es buena medicina para Catalunya.

Así que añadimos ruido al ruido. El griterío confrontado de los presidentes Rajoy y Mas no ayuda  a buscar soluciones. Así no vamos a ningún otro lugar que a  un camino sin salida, a un largo período de tensiones políticas e institucionales que, paradojas de la vida, me temo que provocarán el debilitamiento político, cultural y económico de Catalunya.

¿Tan difícil es entender que en política – como en tantas otras cosas – la razón no se impone por la fuerza ? Que nadie tiene el monopolio de la verdad ? Los problemas de encaje de Catalunya en el Estado son reales, pero el camino elegido por quienes gobiernan hoy Catalunya no nos lleva a solucionarlos. Haciendo demostraciones de tamaño de las respectivas banderas no lo arreglaremos. Y decidir unilateralmente una pregunta, una fecha y un procedimiento para hacer un referéndum para la independencia no creo que sea la mejor vía para encontrar los acuerdos necesarios que resuelvan los problemas de reconocimiento institucional de Catalunya, de financiación de nuestra administración y de protección de las competencias del autogobierno. Conocemos, además, que hoy por hoy este referéndum no se hará.

Hay sobre la mesa otro camino, el de explorar sinceramente una reforma del marco constitucional. ¿No sería más útil para todos empezar a trabajar en ello? Me temo que ni soberanistas ni populares tienen mucho interés. En la confrontación, ellos viven mejor. Catalunya no. Y España tampoco.

Y mientras esto ocurre, no prestamos suficiente atención a las políticas que pueden ayudar a hacer crecer la economía , reducir el paro , generar recursos para combatir la pobreza y la precariedad, a favorecer  la solidaridad … Constatar que en Catalunya se siguen reduciendo los recursos destinados a educación, salud y servicios sociales o que la estadística oficial (2011) ya cuenta más de 25.000 hogares en el umbral de la pobreza pasa, desgraciadamente, a un segundo plano.

Pero no debemos tirar la toalla. Los que pensamos que lo más patriótico es contribuir – aunque sea modestamente – a resolver con tenacidad y realismo los problemas de nuestro país no debemos renunciar a hacer explícito nuestro disgusto con esta atmósfera. Aunque sea ir contracorriente, hay que insistir: lo que falta hoy es más diálogo y más negociación.

José Montilla

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver arriba