
Una mirada sobre Catalunya
El pasado viernes, el presidente Montilla pronunció una conferencia en la sede de los socialistas de Linares, en la provincia de Jaén. Su intervención, un amplio análisis de la situación actual que travesía Catalunya, se producía pocas horas después del encarcelamiento de varios dirigentes independentistas, como medida cautelar dictada por el Tribunal Supremo. En este sentido, Montilla afirmó que : “la noticia conocida hace unos momentos de la aplicación de esta medida de privación de libertad a varias personas más, es una mala noticia. Así no solucionaremos el problema, al contrario”.
El presidente califica la situación como “una de las peores crisis políticas e institucionales de nuestra democracia… Y las soluciones no son fáciles, y menos si se abordan exclusivamente en el corto plazo”. Analiza, brevemente, los antecedentes que ayudan a explicar el conflicto y señala tres problemas de fondos que hay que abordar: la distribución del poder territorial en España, el reparto de los recursos financieros y el reconocimiento de la diversidad de España. En relación a esto último, señala, una vez más, que “igualdad y diversidad no son términos antitéticos. Ni unidad es sinónimo de homogeneidad. La igualdad exige solidaridad. La diversidad, reconocimiento”. Y añade: “Catalunya tiene derecho a exigir el reconocimiento de su personalidad nacional. Y en paralelo tiene el deber de reconocer la complejidad de España y su carácter, también de nación”.
Expresa su preocupación por el hecho que los independentistas han construido “una realidad paralela que no solo ha prescindido del ordenamiento jurídico, sino también de la propia realidad del país”. Y continúa diciendo: “se pretende situar ahora la frontera entre demócratas, supuestamente los partidarios de la causa, y los no demócratas, o sea todos los demás”.
De entre las consecuencias de estos años de tensión, además de las relacionadas con los efectos económicos y con la división del país, Montilla alerta de que “la agenda política y social ha desaparecido del debate en Catalunya. Llevamos tantos meses de procés que casi hemos olvidado los serios problemes de nuestra sociedad”. “La agenda política de España, y por supuesto la de Catalunya, se ha empobrecido. Es urgente, pues, un golpe de timón. En Barcelona y en Madrid.”
Insiste en la urgencia de formar un gobierno en Catalunya, “lo relevante es poner en marcha una agenda posibilista y sensata, haciendo lo posible, cosa no fácil, para que la agenda judicial no condiciones totalmente la política”. I planteja, de nou, la conveniència de posar en marxa reformes polítiques que facilitin l’acord, tot i que recorda que “el procés ha comportado un debilitamiento de la capacidad negociadora de Catalunya y un reforzamiento de las posiciones más inmovilistas y centralizadoras”. Según el presidente Montilla, estas reformas tienen que ir orientadas a la mejor definición de las competencias de cada administración, a la reforma del sistema de financiación, al establecimiento de un Senado federal y al reconocimiento del carácter nacional de Catalunya, sin que esto pose en entredicho la soberanía que recae en el conjunto de los ciudadanos y las ciudadanas españolas.
Pueden leer la intervención aquí: Una mirada sobre Catalunya