El presidente Montilla ofrece su punto de vista sobre la nueva singladura del gobierno de la Generalitat y su presidente. Afirma que «no conviene que el gobierno de Cataluña permanezca instalado en la agitación» y que el trabajo de cualquier gobierno es gobernar: «algunos dicen que esto es la pura gestión aburrida de las cosas, … pero es esta gestión aburrida la que ayuda a hacer mejor el país y la vida cotidiana de la gente «. Expresa su esperanza de que se impondrá el realismo y que las voces más templadas contribuirán a evitar un bloqueo institucional que «sería lesivo social y económicamente, y letal para nuestro autogobierno». Considera que es una evidencia de que la vía de la reforma constitucional se está abriendo paso y reclama no dejar pasar esta oportunidad. En relación al nuevo presidente de la Generalitat, reconociendo en él «la autoridad democrática que representa», dice que «conviene que el presidente huya de cualquier imagen o gesto que el proyecten como un gobernante tutelado o sin autonomía».

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