Inmigración: un toque de atención
Hace unos días tuve la ocasión de participar en un coloquio sobre inmigración en Sant Adrià del Besòs.
Fue un coloquio singular: a preguntas del ex alcalde Sito Canga, el expresidente Pujol y yo mismo articulamos una reflexión sobre lo que ha significado en Catalunya el hecho migratorio.
Mi familia y yo, como muchos otros de Andalucía y de Aragón, de Extremadura y de Galicia, de Castilla y de Murcia, llegamos a Catalunya para buscar un futuro mejor, para trabajar, para progresar.
Y, justo es reconocerlo, encontramos este futuro mejor.
Veníamos, como ha ocurrido en los períodos en que Catalunya ha sabido liderar el crecimiento de España, atraídos por este dinamismo.
En el siglo XIX, con las exposiciones universales, las obras de la Canadiense o la construcción del ferrocarril; o en el siglo XX, con el crecimiento del textil o de las industrias manufactureras… Es decir, en los momentos del más claro ejercicio de liderazgo industrial de Catalunya en España, trabajadores de otros lugares del Estado veníamos a Catalunya en busca de trabajo.
Veíamos Catalunya, acertadamente, como una tierra de oportunidades, con una sociedad más abierta, más moderna, que podía garantizar a nuestras familias el trabajo, la cultura y el bienestar que deseábamos.
Para continuar leyendo el post puede pulsar: Inmigración