
«Rajoy está obligado a mover pieza, a hacer una propuesta»
Quería preguntarle por las dos preguntas, pero preferiría saber de entrada si piensa que es necesaria una consulta.
El problema de la consulta es sobre qué.
Una consulta tal y como se pretende formular: preguntando a los catalanes sobre la relación con el Estado y la posibilidad de independizarse.
Creo que hay un antes y un después de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto. Y está claro que el desarrollo que suponía el Estatuto quedó truncado por dicha sentencia. No tanto por el contenido jurídico, que también, sino sobre todo por lo que suponía desde un punto de vista simbólico. Se trata de una norma que se había elaborado atendiendo a los procedimientos estrictamente legales establecidos por la Constitución, y que después de ser votada por referéndum, convocado preceptivamente, el Tribunal Constitucional, con miembros cuestionados, por no hablar de todas las recusaciones y las maniobras dilatorias de algunos miembros, dicta una sentencia que tiene un contenido político y simbólico que enturbia las relaciones de Cataluña con [el resto de] España, y estas se tienen que rehacer partiendo de una base novedosa. Y sobre la base de esta propuesta, el pueblo de Cataluña, al igual que sucedió con la ratificación del Estatuto, deberá ser consultado. Hay gente que piensa que ya estamos bien como estamos. Creo que las actuales relaciones no son satisfactorias, pero unos quieren optar por un determinado camino y otros por otro. No hay un solo camino.
¿Entonces cree que el Gobierno y los partidos que apoyan la consulta están haciendo lo correcto?
Es obvio que no comparto el procedimiento. Entre otras cosas porque el Gobierno autonómico ha tomado una determinada postura. No ha abierto un proceso, sino que, para él, el proceso tiene como objetivo la independencia, que no comparto. Por lo tanto, me parece un poco ridículo pronunciarme. Estamos hablando de una consulta y una fecha que mucha gente, incluso entre los que lo acordaron, sabe, y así lo manifiesta en privado, que no se celebrará. Entonces, ¿qué sentido tiene pronunciarse si no va a celebrarse? Si algún día se fija una consulta, que no necesariamente tiene que ser esta, con estas preguntas y esta fecha, pues ya diré la mía como supongo que harán todos los demás.
Continúa la entrevista (Crónica Global)